En el espacio distribuido por rincones, se trata sencillamente de contar con un lugar al que los niños puedan retirarse siempre que lo necesiten para sentirse mejor.
Es normal que los niños se frustren, se enfaden o se irriten de vez en cuando, por lo que tener un espacio donde estar solo y recuperarse es una buena idea. De esta manera aprenderán a conocer sus emociones y a aceptarlas, porque forman parte de la vida.
En casa le digo espacio zen, donde tengo un almohadón cómodo y una caja con botellas de la calma, el Mounstro de las emociones, pop ir, palo de agua, una esencia para tener lindos aromas, también velas aromáticas sin encender obviamente, revistas de mándalas y lápices para pintar todo lo que pueda ayudar al niño o niña a inducirse a la calma.
La idea principal es tener un espacio de descanso del niño, nones necesario tener tantas cosas, con que sea ameno y cómodo está genial.
Y otro pequeño gran detalle, ¡usarlo nosotros! Para dar el ejemplo y así ellos por imitación busquen si lugar de la calma.
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