Sobre Andresito como se lo conoce entre quienes lo quieren y lo han convertido en el máximo prócer de nuestra provincia de Misiones, algunos dicen que nació en San Borja (ubicada en el actual Estado brasileño de Rio Grande do Sul) y otros en Santo Tomé, actual Corrientes en una fecha que, presumiblemente, sería el 30 de noviembre de 1778, unos meses después que su vecino José de San Martín. Su infancia transcurrió en Santo Tomé donde pudo educarse desarrollar un muy buen nivel de lectura y escritura y aprender a ejecutar diversos instrumentos musicales.
Tampoco está muy claro cuándo conoció a quien sería su padre adoptivo y del corazón y su jefe político-militar, José Artigas. Aunque seguramente tiene razón uno de sus principales biógrafos, Jorge F. Machón, cuando afirma que la relación era ya de larga data al momento de nombrar a su hijo Andrés en 1815 Comandante general de Misiones, un cargo equivalente al de gobernador. Su primera misión militar fue recuperar los pueblos misioneros ocupados por los paraguayos.
Además El único gobernador indígena de nuestra historia ejerce una conducción humana, justa y socialmente revolucionaria, recordando y aplicando la máxima artiguista al anunciar la primera reforma agraria de América “que los más infelices sean los más privilegiados”. Ante todo abolió la servidumbre en todas sus formas y repartió tierras a los que las habían perdido a manos de la conquista, el saqueo, la estafa o todo eso a la vez. Durante su gobierno, se eliminaron del territorio bajo su jurisdicción todos los símbolos, escudos y emblemas que pervivían de la colonización española, y recobraron su vigor los cabildos de los pueblos originarios que tenían una función central en la administración del territorio fomentando la producción y comercialización de la yerba mate y la fabricación de pólvora y hasta la instalación de hornos para fabricar puntas de lanzas.
Fuente: Felipe Pigna. www.elhistoriador.com.ar