Actualmente
escuchamos mucho en las redes sociales sobre la crianza respetuosa y que está
misma se basa en la fisiología para explicar sus ideas y formas de crianza para
los niños. Pero nadie nos dice de donde surge y cómo surge. Por ello comencé a
investigar en distintas bibliográficas y comenzaré a editar este Blogs para
explicar el tema de forma sencilla y clara.
En
primer lugar las teorías surgen a partir del psicoanálisis , si justamente de
allí del estudio de la mente humana, en un Blogs anterior decía que una
maestra, profesora l madre debe conocer y leer psicoanalisis para sanar sus
heridas, traumas y conflictos creados en su infancia para no repetirlos con
otros niños.
Edward John Mostyn Bowlby, más
popularmente conocido como John Bowlby, en el próximo blogs estará su biografía resumida.
Fases de la
construcción del apego
0
– 6 meses: se produce la construcción y reconocimiento de la
figura de apego
6
meses – 3 años: comienza la experimentación y regulación del
Apego:
Mediante
la búsqueda ante amenaza
Es
posible el alejamiento y la exploración en momentos o
fases
“tranquilas”.
Al
final del 1º año se produce la internalización de la relación
de apego; se produce
la estabilidad no sólo en el niño-a sino
también dentro de la
familia
3
años en adelante: activación del apego: la figura de apego es
percibida como
“separada”, lo cual genera comportamientos complejos
activadores del apego
para evitar la separación. Es un mecanismo más
sutil y
cualitativamente distinto del enfado o la rabia.
Adolescencia:
desapego, duelo y reapego
En
la etapa adolescente se produce una turbulencia
generada por la
complejidad de su desapego de las figuras
parentales
El
adolescente tiene que aprender a tolerar el duelo de esta
pérdida
De
este modo se produce el reapego a nuevas figuras (tanto
adultos como
pares)
Vida
adulta: apego entre pares
En
la pareja se produce la manifestación del apego entre
iguales, que no
predomina tanto como en la infancia
Puede
incluir relaciones sexuales
Los
tipos de apego:
Apego
seguro
El individuo tiene
confianza en la disponibilidad, comprensión y ayuda que la figura parental
le dará en situaciones adversas. Se siente animado a explorar el mundo.
Este esquema se lo proporciona una figura parental (generalmente la madre)
que sea fácilmente disponible, atenta a las señales del niño y preparada a
responder. Manifiesta una búsqueda activa de contacto con la madre y
ofrece respuestas adecuadas ante ella. Expresa una amplia gama de
sentimientos positivos y negativos
Este tipo de apego
evoca sentimientos de pertenencia, de aceptación de sí mismo y de
confianza de base.
Apego inseguro huidizo-evitativo
El niño tiende a
ignorar o esquivar a su madre (por ejemplo, evitando el contacto o la mirada).
A su vez, la evitación del hijo puede amplificar la conducta parental que
ha generado esta percepción en el hijo.
Muestra mayor
ansiedad o al menos igual comportamiento ante padres que ante figuras
extrañas. Manifiestan una impresión general de de indiferentes o fríos con
el adulto.
Parece intentar vivir
la propia vida emocional sin el apoyo y el amor de los otros, desde una
tendencia a la autosuficiencia, y con una ausencia casi total de expresiones
de miedo, malestar o rabia.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego
huidizo-evitativo?
Se relacionan con el
niño con una mezcla de angustia, rechazo, repulsión y hostilidad.
Esto se expresa en
actitudes controladoras, intrusivas y sobre-estimulantes.
La madre o cuidador
principal reacciona sintiéndose amenazada por los lloros o necesidades
insatisfechas de los bebés, no controla la situación para actuar en consecuencia.
Ante ello, niegan las
necesidades del bebé: toman distancia con el estado emocional del bebé,
forzándole a modificar su estado emocional o distorsionando los sentimientos
en otros más tolerables, dando su propia lectura.
El individuo no tiene
la certeza de que la figura parental esté disponible o preparada a responder.
La presencia de la madre no le calma después de una ausencia corta.
Manifiesta
ambivalencia: puede reaccionar hacia su madre con cólera, rechazando el contacto
o la interacción, y enseguida buscar ansiosamente el contacto. Se da una oscilación
entre búsqueda y rechazo de la madre.
Propenso a la
angustia de separación. Por ello, tienden a aferrarse a la madre. La exploración
del mundo les genera ansiedad, que genera a su vez una ausencia de conductas
exploratorias.
Esta modalidad de
apego se crea en torno a una figura parental que unas veces está disponible
y otras no. También la potencian las separaciones y las amenazas de abandono
como medio de control.
Se dan de forma
prolongada y exagerada manifestaciones de rabia, miedo y malestar.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego
ansioso-ambivalente?
El elemento que más
llama la atención es la falta de “sincronía emocional” con el bebé. Puede
haber periodos de ausencia física de la madre, pero sobre se produce una
ausencia de su disponibilidad psicológica, que convierte los cuidados en incoherentes,
inconsistentes e impredecibles.
En resumen, no
responden a los niños, pero no les rechazan.
Apego inseguro desorganizado-indiscriminado
En el contexto de un
modelo relacional de carácter caótico, cambiante e indiscriminado (se
apegan, se desapegan para apegarse a otro, pero siempre de manera
superficial), se produce un modelo de vinculación “utilitario” ante
rupturas previas, para protegerse de la frustración y
vulnerabilidad.
Se produce por tanto
una relación desorganizada y cambiante con adultos, mediante comportamientos
aparentemente “casuales”, confusos y desorganizados. Hay una oscilación
desorganizada entre búsqueda y evitación.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego
desorganizado-indiscriminado?
Prácticas parentales
altamente incompetentes y patológicas como consecuencia de haber sufrido
experiencias muy traumáticas y/o pérdidas múltiples no elaboradas en la Es
frecuente el estilo parental violento, desconcertante, impredecible. Se produce
aquí una paradoja vital: si el niño se acerca buscando apego, provoca
ansiedad en el progenitor; si se aleja, éste se siente provocado, y
canalizará su ansiedad mediante comportamientos hostiles y de rechazo.
Esta autora señala la
importancia del apego sano como factor de prevención del maltrato
infantil. Describe el apego como el vínculo que se establece entre el niño
y sus progenitores a través de un proceso relacional, que para la cría es
sensorial durante la vida intrauterina (olor, tacto, voz,...). Tras el
nacimiento se impregna según la reacción afectiva del adulto.
Señala como
características principales del apego la creación de lazos invisibles que provienen
de las vivencias de familiaridad (caracterizada por los sentimientos de pertenencia
a un sistema familiar determinado, uniendo a padres e hijos en el espacio y
en el tiempo). Además, señala que el apego permite la interiorización de una
figura estable y disponible pero separada de uno mismo. Esto posibilita al
niño utilizar a ésta como base de seguridad para explorar su
entorno.
Si un niño no ha
tenido la posibilidad de establecer un apego primario de calidad en el primer
año o en el máximo de los dos años, tendrá lagunas en sus comportamientos sociales
que podrán dañar sus capacidades para vincularse positivamente con los demás.
Existe una relación
importante entre trastornos de apego e incompetencia parental y conyugal:
en los malos tratos hay siempre un trastorno de apego. Los malos tratos agravan
los trastornos y crean una espiral que se alimenta a sí misma y requiere
una intervención social y terapéutica.
Asi a grandes razgos podemos ver que tenemos distintos tipos de apego, los que ayudan al niño a crecer feliz y sano tanto emocional como psicologicamente y los que crean traumas, conlfictos y posibles transtorno o patologias.
Entonces dejemos de creer que la escuela está en contra de una crianza respetuosa ya que se toman en cuenta estás teorías de suma importancia.
Lo que debe prevalecer entre familias y escuela es el diálogo, el amor y el respeto.
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