viernes, 9 de julio de 2021

Concepcion y Embarazo

Concepción

El mecanismo por el que ocurre la concepción es el siguiente:    Al final de la relación sexual, el semen del hombre es expulsado y queda en la vagina de la mujer.  

  Dicho semen contiene millones de espermatozoides, los cuales nadan y se introducen a la matriz de la mujer a través del conducto (cuello o cérvix).

 Viajan hasta el fondo de la matriz y luego pasan a las trompas de Falopio. 

     Dependiendo del periodo del ciclo sexual de la mujer, uno o más óvulos pueden haber descendido por las Trompas de Falopio. 

     Si los espermatozoides se topan con el óvulo, cerca del extremo de dicha trompa, uno de ellos puede penetrar en él. Cuando esto ocurre, se dice que el óvulo ha sido fecundado, y este es el momento de la concepción. El óvulo fecundado viaja entonces hacia el útero.

Una vez que el ovulo fecundado llega al útero, se alojará en la pared uterina para crecer y desarrollarse


Embarazo

El embarazo es el proceso de desarrollo del óvulo fecundado, que se localiza en los genitales femeninos. Se inicia con la concepción o fecundación y termina con el parto.

Cambios fisiológicos en el embarazo

Durante la gestación se producen diversos y profundos cambios (anatómicos, fisiológicos y bioquímicos) de tipo adaptativo en el organismo de la embarazada, los que están orientados  a permitir el desarrollo fetal y preparar a la mujer gestante para afrontar el proceso de parto y posterior lactancia.

Algunos cambios que suceden son:

Cambios genitales: Aumenta la vascularización vaginal y vulvar. El útero aumenta su peso y capacidad (de 70 gr. a 1100 gr.), aumenta la vascularización y el flujo sanguíneo, el que resulta imprescindible para poder ofrecer el necesario soporte sanguíneo al feto.

Cambios mamarios: Aumenta el tamaño y el peso de las mamas, debido a que se preparan para alimentar al niño por nacer. Aumenta la pigmentación de las areolas y los pezones se tornan prominentes.

Cambios cardio-circulatorios: Aumenta el tamaño del corazón, así como la cantidad de sangre que fluye por el cuerpo.

Otros cambios: También se producen otros cambios a raíz del embarazo, a nivel respiratorio, digestivo, endocrino, urinario, hormonal, etc.

Durante el embarazo aumentan las necesidades de todos los nutrientes, por lo que es fundamental que la mujer embarazada se alimente variando los alimentos, cobran importancias el adecuado consumo de carnes, vegetales y frutas, principalmente.

Funciones de la placenta

La placenta es un órgano sumamente importante durante el embarazo ya que a través de ella,  llega al feto todos los nutrientes necesarios para su adecuado desarrollo, también elimina los desechos y le provee el oxigeno necesario.

El intercambio de sustancias entre el feto y la madre es imprescindible para el normal desarrollo del embarazo, y se realiza a través de la barrera planetaria que separando la sangre materna y fetal, regula la transferencia de sustancias.

Cuidados básicos de la mujer embarazada

Alimentación: la alimentación debe ser variada e incluir alimentos de todos los grupos, es muy importante consumir

Carnes: Por su contenido de hierro, el cual es mejor aprovechable por el organismo, que el hierro proveniente de vegetales y legumbres, una de las funciones principales del hierro es formar parte de las células que transportan oxigeno (glóbulos rojos). Cuando el aporte de hierro no es suficiente, la embarazada puede padecer anemia.

Por otro lado la carne aporta proteínas, las cuales cumplen una importante función en cuanto a la formación de tejidos, el mantenimiento adecuado de la función celular, etc.

Verduras y frutas: Aportan Vitaminas y minerales fundamentales para mantener la salud de la madre y del niño y además poseen fibra, la cual previene el estreñimiento y mejora el funcionamiento del sistema digestivo. Se deben incorporar de todos los colores.

Cereales: Aportan la energía necesaria para afrontar el día a día y el crecimiento normal del niño por nacer. De todos los alimento consumidos en el día, los cereales

Controles obstétricos:

Mediante los controles obstétricos, se monitorea trimestre a trimestre, el desarrollo y crecimiento adecuado del niño y se vigila la salud materna, además a través de ellos se pueden detectar de forma temprana posibles alteraciones o complicaciones, permitiendo intervenciones médicas tempranamente para minimizar los riesgos de muerte.


           Desarrollo embrionario

Primer Trimestre (semana 1 a 13)

Se considera la tercera semana de embarazo como la primera efectiva, ya que en las dos primeras semanas se produce la ovulacion  y desprendimiento del óvulo  que será fecundado. Esta fecundación tiene lugar ya en la tercera semana: el óvulo y el espermatozoide se unen formando el cigoto mientras bajan a través de una de las trompas de Falopio.

El cigoto continúa dividiéndose formando las nuevas células, a las que pronto les aparecerá un recubrimiento, denominando a todo el conjunto como blastocisto. La división de células continúa ocurriendo mientras tanto, hasta que en un cierto punto del desarrollo este blastocito se transforma en embrión.

En la cuarta semana, el embrión, que ya mide cerca de cinco milímetros, se introduce en la pared uterina y comienza a nutrirse a través de esta. En la quinta semana ya comienza a desarrollar los principales sistemas del embrión como el cerebro, la médula espinal, el corazón o el tracto gastrointestinal.

Las células comienzan a adquirir funciones específicas durante esta semana, y entre las que se desarrollan se pueden encontrar las células sanguíneas, las del riñón y las neuronas. Esta quinta semana es una de las que cuenta con mayores riesgos para el correcto desarrollo del bebé, porque hay un riesgo mayor de que se puedan producir anomalías genéticas por la ingesta de medicamentos, alcohol, drogas o por infecciones como la rubéola.


Durante la sexta y séptima semana se continúan desarrollando rasgos que permiten identificar partes del embrión como los ojos, los oídos o el corazón, así como las manos y los pies durante la octava semana. El cerebro del embrión también continúa su desarrollo y se forma el tejido de los distintos huesos. En la novena semana también se pueden empezar a ver los brazos, los codos, y comienzan a crecer sus órganos esenciales.

A partir de la décima semana ya no se considera embrión, sino feto. El feto ya mide cerca de 7 centímetros. Durante esta semana también se comienzan a ver los párpados, las orejas y la cara, y la placenta comienza a nutrir al feto a través del cordón umbilical.


Segundo trimestre (semana 14 a 28)

Al principio de este trimestre lo más apreciable del feto es su cabeza, que ocupa cerca de la mitad de su tamaño total. Se continúan desarrollando durante estas semanas aspectos como las uñas o los genitales, y la cara ya está formada. Los párpados cierran los ojos del bebé, y hasta la 28 semana permanecerán así.

El feto empieza a hacer sus primeros movimientos entre las semanas 15 y 18. A estas alturas, el feto ya tiene una medida cercana a los 18 centímetros y pesa cerca de 200 gramos. Los huesos se vuelven más duros y comienza a aparecer el primer pelo, denominado lanugo. Entre las semanas 19 y 21 el bebé comienza a oír, y además se mueve de forma más activa, de modo que la madre puede llegar a sentir sus movimientos.

En la semana 22 el lanugo ya se ha extendido a todo el cuerpo del feto, apareciendo también las cejas y las pestañas. El bebé también hace su primera deposición, llamada meconio la cual expulsa por el tracto intestinal. El movimiento también sigue siendo activo, desarrollando ahora  los músculos y pudiendo escuchar los latidos de su corazón.

Al final de esta etapa, se desarrollan las vías respiratorias del bebé y la médula ósea comienza a producir células sanguíneas. El feto también comienza a almacenar grasa.


Tercer trimestre (semana 29 a 40)

El bebé comienza a terminar de desarrollar diferentes partes de su cuerpo: todo lo relacionado con los ojos y las huellas de los pies ya son bien perceptibles. Los pulmones también alcanzan un alto grado de funcionamiento, aunque no el necesario para sobrevivir fuera del utero. El feto además es capaz de oír ruidos fuertes del exterior.

Entre las semanas 27 y 30 el bebé vuelve a abrir los párpados, y el sistema nervioso se desarrolla mucho, sobre todo en el cerebro y para las órdenes de diferentes funciones del cuerpo. El tamaño del feto para la semana 28 ya ocupa la mayor parte del útero, y se suele posicionar de forma invertida, de forma que tenga más facilidad para mover las rodillas y los pies.

A partir de la semana 31 el bebé comienza a retener hierro y calcio y fósforo en su organismo, lo que impulsa aún más el desarrollo del cuerpo. Los huesos ya están completamente formados, aunque aún blandos. El sistema respiratorio también continúa su desarrollo, pero los pulmones aún no son lo suficientemente maduros.

Para la semana 35 el bebé ya pesa cerca de 2,5 kilos, y su corazón y vasos sanguíneos ya se han formado por completo, como también lo están los músculos y los huesos. El bebé además adquiere patrones de sueño.

En las últimas semanasentre la 38 y la 40, desaparece el lanugo excepto de hombros y brazos, siendo el cabello desarrollado en la cabeza además más grueso y resistente.

A partir de la semana 40 se considera que el embrión está desarrollado por completo y listo para nacer, variando la fecha en que ocurre.


 

 Bibliografía: Dr. Cabañas, Carlos (2008). Concepción y embarazo. Revista de Salud y bienestar materno Infantil. Cuba, La Habana.


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